El Juego del Ángel




Cuando decidí leer El Juego del Ángel y lo comente con algunos amigos y familia por cuyas manos ya había pasado el libro, todos me dijeron que no llegaba a la altura de La sombra del Viento ( primera entrega de Carlos Ruiz Zafón. Decían que superarlo era prácticamente imposible y que tras leerlo solo sentían cierto sabor amargo por su inesperado final.
Harto de esa desfachatez hacia, hasta ahora uno de mis escritores favoritos, me sumergí en la lectura con siniestra alegría. Y para mi propio disfrute descubrí que las palabras y paginas habían conseguido lo que pocos libros como La Sombra del Viento o la trilogía de Jaime Mercader, me habían hecho sentir. Paginas que parecían imantadas, palabras magnéticas que no me permitían mas que seguir y seguir leyendo y un argumento que parecía atarme al libro sin la posibilidad de escapar. Pronto, leer este libro se convirtió en obsesión más que en deber, aprovechaba cualquier minuto libre para arañar una o dos paginas mas y descubrir lo que el escritor quería contarme.
La historia de David Martín, un hombre que trabajaba hasta el desmayo y cuya vida estaba marcada por un tumor terminal, me atraía infinitamente y esta sensación no hacia mas que aumentar con cada personaje que se descubría. La aparición de la librería de el Sr. Sempere y de el cementerio de los libros olvidados no hizo mas que llenarme de nostalgia y conseguir que este libro subiese escaños hacia la primera posición de mis libros favoritos.
En otros muchos libros suele pasar que llegado a cierto punto el libro se estanca la historia no fluye y que el lector tiene que hacer un esfuerzo para continuar leyendo.
En este caso no hubo estancamiento ni tiempo para repostar, el libro se dejaba leer y quería ser leído por lo que no me quedaba mas remedio que continuar la lectura olvidando la vida real.
Algunos personajes me fascinaron profundamente como el misterioso Andreas Corelli del cual no se sabe nada hasta el final, cuando descubrimos que se trata de un Ángel ( de hay el titulo del libro). Esta revelación en mi caso trajo nuevos significados a algunas frases y conversaciones del libro, como la que puede leerse en uno de los encuentros del señor Martín con Andreas y el Sr. Corelli le pregunta que quería ser de mayor cuando era niño y David tras responder le hace la misma pregunta y el Sr. Corelli responde: Dios. Esta conversación cobro un nuevo significado como ya he dicho, y respondió alguna de las muchas preguntas que rondaban por mi cabeza, como la de porque el Sr. Corelli quería una nueva religión. Quería ser el Dios de esa religión y así en cierto modo convertirse en lo que de pequeño quería ser.
Terminado el libro con un sentimiento de tristeza, pensé que era uno de los mejores libros que había leído, y que pro supuesto estaba a la altura de la Sombra del Viento, eran diferentes en cierto punto pero muy parecidos. En ambos hay historias de amor aventura, acción y misterios.
Como antes he dicho muchos se quejaban del final de el libro. Bien, a mi me pareció espléndido mejor que muchos otros y ante todo original. Recordamos como termina, el Sr. Corelli convierte a Martín en inmortal y le devuelve a Cristina pero cuando era niña, para verla crecer, para volver a enamorarse, y para verla morir de nuevo. Una bencidión y maldición, un regalo, cruel, pero un regalo al fin y al cabo.
En definitiva este libro es de lectura obligatoria, argumento trabajado, conversaciones elaboradas, acción, romanticismo, aventura etc....
Un libro para todos los gustos y que además incluye la fantástica forma de escribir de Carlos Ruiz Zafón.

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