LA VIDA DETRÁS DEL DEPORTE

El deporte, varias veces, más que una vida llena de dinero, fama y buen vivir, suele ser una trampa mortal. Cada año los casos de los “niños prodigio” aumentan en el ámbito deportivo. Por ejemplo, hace poco salió en la tele un niño de Kazajistán, en medio de un campo de fútbol dando espectáculo al público junto a Cristiano Ronaldo, la “superestrella” mundial del fútbol y belleza. Otra clara muestra de este suceso es el incremento de jugadores jóvenes en deportes como el baloncesto, el fútbol y muchísimos más deportes. Es asombroso, con la diferencia que hay en el físico entre un joven de 16 años a un hombre de 34, estén los dos compitiendo al mismo nivel. En el mundo del arte, también es más común ver a un niño de 8 años que toca la guitarra como si tuviese 20 años de experiencia con el instrumento, o con el piano piano mismo. Por muy increíble que parezca, el mundo no deja de ser una caja de sorpresas, nadie sabe lo que se puede encontrar en él.

Precisamente los “niños prodigio” son los que pueden tener muchísimos problemas en el futuro, dado que al tener una especialidad concreta, a medida que avanza el tiempo, no hacen mas que cerrarse puertas a ellos mismos, perdiendo una visión general de su alrededor sólo centrándose en lo suyo.

En lo que al deporte se refiere, rápidamente se ve cuando un niño tiene un don especial para ello, y desde muy jóvenes se meten en entrenamientos intensivos de cara a su futuro. Buena parte de la culpa la tienen los entrenadores, ya que un chaval jóven pocas veces es capaz de controlar su ambición y de cara al futuro ve un futuro lleno de dinero. Por lo tanto, lo que hace es dejar todos sus estudios para centrarse sólo en la carrera deportiva. Evidentemente, lo que hace es perjudicarse a si mismo, puesto que en esta vida es imprescindible un mínimo de conocimiento para poder desenvolverse ante cualquier tipo de problemas.

Cuando al jugador le llega el momento de retirarse, tenga la edad que tenga, tendrá un problema al que enfrentarse: el dinero. Claro está que a corto plazo no tendrá ningún problema, pero un jugador se suele retirar sobre los 35 años, es decir, tiene una vida entera por delante. Por lo tanto, cuando pase un tiempo tendrá problemas de dinero, excepto que haya sido una “superestrella” que con tan sólo dos años jugando tenga la vida solucionada. Después de dejar el mundo del deporte, se necesita seguir trabajando para ganar dinero, y aquí llega el momento crucial: ¿Cómo ganar dinero, trabajar, sin tener una formación académica anterior que te permita hacerlo? Eso es prácticamente imposible, y lo único que pueden hacer para aprovecharse es de su imagen.

Todo esto teniendo en cuenta que el jugador termina su carrera, pero, qué pasaría si por ejemplo al de tres años de empezar se lesiona y tiene que abandonar el mundo del deporte por algún problema físico? Éste sería el peor de los casos, puesto que el jugador termina con una cantidad de dinero insuficiente para afrontar el futuro y sin ninguna formación.

En mi opinión, los clubes deberían dar más facilidades de estudio a los jóvenes y menos carga de entrenamiento, asegurándose así un futuro perfecto para el jugador y para el propio club, ya que una buena cabeza vale más que dos buenas piernas o brazos.

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