BELLEZA PERFECTA, PERFECTO ENGAÑO


El simple hecho de esperar en la parada del autobús, nos da la oportunidad de observar al detalle el rostro de algún/a modelo defendiendo la marca de un perfume. En ese momento es cuando la idea de la perfección en un físico entra y se acomoda en nuestra mente, provocando un momentáneo bajón en nuestra autoestima y nos lleva a hacernos preguntas como ¿Por qué nunca he visto a una chica que me resulte fea o que no tenga un cuerpo diez en ningún anuncio publicitario? ¿Existen de verdad ese tipo de personas que resultan tan atractivas para el 99% de la sociedad?

Los anuncios publicitarios que vemos, casi inevitablemente, en nuestro día a día son los principales autores de la creación de los prototipos de belleza. Las imágenes y fotografías de personas “perfectas” que nos ofrecen estos anuncios, son los causantes de la importancia que se le da al físico hoy en día, y los cuales hacen que no nos sintamos bien con nuestro cuerpo, porque de una manera indirecta nos comparamos con esas personas, sin pararnos a pensar que en sí, no existen.

Todos sabemos que las nuevas tecnologías fotográficas e informáticas, como el astuto photoshop, son los autores de la creación de tales obras de arte disfrazadas de personas de carne y hueso. Aún conociendo este engaño, nos dejamos influir y son muchos los casos de bulimia, anorexia o cirugía estética, que se dan en gran parte del mundo.

Por lo dicho anteriormente, creo que está bastante claro que no estoy muy a favor de las imágenes publicitarias utilizadas hoy en día, pero a pesar de todo eso, nos queda plantearnos una pregunta que se podría considerar como los cimientos de este fenómeno publicitario: ¿ Tendría el mismo resultado la publicidad si en lugar de mostrarnos a personas idealizadas, pusieran gente real con sus naturales imperfecciones?

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