La ladrona de libros

Para todos aquellos que no se han leído este libro o no tienen constancia de él, hago la presentación breve de su contenido, mostrándoles así los acontecimientos más significativos.
La historia que nos cuenta el autor, Marcus Zusak, transcurre en la violenta época nazi, la cual envuelve a una humilde familia alemana formada por un matrimonio y una pequeña niña acogida en adopción, cuya familia huía de la represión alemana. Más adelante, sus vidas se verán alteradas por la aparición de un joven judío al cual deciden proteger.
Me llama la atención que dentro del la cruda realidad en la que cada día tienen que hacer frente a diferentes situaciones para sobrevivir, hay un interés común que une a todos los personajes, para lograr de este modo evadirse de la situación real. Se trata de la lectura de los libros cuyas historias les ayudan a sobrellevar su existencia. A través de las descripciones que hace la pequeña, se consiguen mover muchos sentimientos en el lector al igual que produce una sensación de libertad mediante el personaje del judío, que en contraposición, en la historia la mayor parte del tiempo permanece recluido en el sótano.

El narrador de “La ladrona de libros” es la muerte, la cual adopta un punto de vista omnisciente, manteniéndonos de ese modo informados de todos los hechos que han sucedido y que van acaeciendo a lo largo de la historia. Junto con esto, la muerte es la que nos muestra la visión que tiene la protagonista acerca de las injusticias y como consecuencia de ellas la fragilidad de la vida, ya que en varias ocasiones sus caminos se ven entrelazados. Desde mi punto de vista este dato es el que le aporta una gran originalidad a la obra.
Aunque nos encontramos ante una novela sencilla, a la vez plantea un tema de gran interés histórico. Se trata por una parte, de una historia tierna ya que está contada desde el punto de vista de una niña y el modo de mostrarnos la vida real se suaviza, aun sin dejar de ser cruda, y hace que la realidad sea más llevadera.
Por otro lado, la situación social que se vivía en esos tiempos hace sentirnos horrorizados ante la violencia que es capaz de desarrollar el ser humano contra sí mismo. La historia refleja como miles de vidas inocentes se reducen a nada por las injusticias del poder.
Sin embargo, en mi opinión, mediante este libro la autora pretende hacernos ver que ante las atrocidades de la guerra las personas sencillas del pueblo, son capaces de convivir sean cuales sean las ideologías o en este caso la raza mostrando de ese modo que lo que prevalece en ellas son los sentimientos, las emociones, la humanidad…Aunque todo ello no les librará de ser las primeras víctimas de la guerra.
Así, llegamos al final del libro, cuando todo parece ir bien en sus pequeñas vidas, una noche mientras la protagonista escribe en el sótano el pueblo es bombardeado. Cuando la niña consigue hacer frente a la realidad, descubre que todo su mundo está reducido a cenizas. Las bombas han arrasado todo lo importante en su vida: su familia, sus amigos, los libros…
Es una novela que invita a hacer una pequeña pero profunda reflexión ya que ante todos los crímenes y monstruosidades lo que destaca es la solidaridad, los valores humanas…