Consumismo y felicidad


Cuando llegan estas fechas tan señaladas oímos una y otra vez hablar del consumismo. Pero; ¿qué es el consumismo?
Para unos es gastar el dinero que tienen, o incluso más, en cosas inútiles, que nunca las van a usar, y aún sabiéndolo, comprarlo sin ningún remordimiento para llenar vacíos; vacíos que no les llenan amistades, amores o cosas por el estilo.
Para otros, un modo de vida que lleva a nuestro planeta al agotamiento de los recursos, es decir, a su destrucción.
Algunos afirman que es el origen de las desigualdades entre los países ricos y los pobres.
Para otros no es más que su fuente de ingresos, puesto que viven de ello; y nunca mejor que en estas fechas para conseguir mayores beneficios.
Los niños no entienden de consumismo, están acostumbrados a que en estas fechas reciban gran cantidad de regalos. A ellos no les preocupa de donde vienen, ni sus consecuencias. Así desde pequeños en esta sociedad nos acostumbran a comprar regalos en fechas determinadas.
Pero estas fechas, aunque en su día tuvieron algún significado, por ejemplo religioso, el consumismo lo tapa.
Y por esto me pregunto ¿Por qué consumimos tanto?
¿Acaso es mas importante el tener que el ser?
En esta sociedad el consumir no es más que un impulso, un impulso que nos lleva a gastar, y lo tomamos.
Como bien he dicho anteriormente, en mi opinión consumimos tanto para llenar vacíos.
En esta sociedad parece ser que le damos prioridad al tener, más que al amor o a la amistad.
De pequeños nos enseñan, de manera indirecta y entre otras cosas, que la felicidad la conseguimos a base de tener cosas; este concepto lo cogemos de la televisión, en los anuncios para ser más exactos, donde nos venden la idea de que teniendo el producto que ellos anuncian seremos felices.
Pero ni aún teniendo todas las cosas que uno deseé, y con esto me refiero a las cosas materiales, no conseguimos la felicidad, puesto que la felicidad se consigue cuando uno llega a la meta que el mismo se ha puesto, o bien en el camino a ésta.
Pero hoy en día esto no es así. Estamos acostumbrados a que nos den todo lo que pedimos, y así creemos que la felicidad esta en lo material, cuando de verdad no es así.
Como ejemplo podríamos poner un padre que trabaja muy duro, casi sin tener tiempo para los hijos, y compensan a los hijos dándoles todo lo que ellos les piden como golosinas o juguetes; cuando en realidad lo que estos niños lo que quieren es su tiempo y su amor.

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