Como agua para chocolate

Estábamos finalizando el verano tan largo de casi cuatro meses y junto a ello estaba a punto de descubrir al asesino de aquella novela negra a la que tanto estaba enganchada cuando me ofrecieron leer este libro. Pensé en leérmelo en Navidad, ya que tendría algo más de tiempo para descansar y hacerme a la lectura pero por casualidad lo encontré en la lista que nos habían repartido en clase, a si que lo primero que se me ocurrió fue que uno de los tres libros sería este.

Me parece muy curiosa la forma en la que la autora nos hace adentrarnos en la historia. Desde principio a fin, los hechos ocurren alrededor de una cocina con la cual Tita, la protagonista principal, se siente identificada tras nacer envuelta entre los olores de las deliciosas comidas que se preparan en ella. Por esa misma razón, ella sigue larga parte de su vida entre los fogones, siendo una de las maneras con las que mejor se lo pasa y que le ayuda a distraerse de las cosas que le ocurren. Por lo que el hecho de que cada capitulo comience como si fuese una receta, adentrándonos en como se prepara ese plato seguido de los continuos acontecimientos sobre la historia, es algo que me ha llamado la atención y me ha parecido original; ya que normalmente los libros suelen transcurrir de la manera tradicional, sin salirse de lo habitual.

Creo que es importante destacar o citar diferentes aspectos del libro; tales como la manera de ver la vida que tenían, las tradiciones a las que tienen que seguir, como le pasa a Tita al tener que quedarse cuidando de su madre hasta la muerte de esta sin poder tener pareja y sin conseguir tener una relación con su tan querido y amado Pedro.

Rasgos que en realidad han sido históricos, de verdad y que se muestran presentes en el ambiente de la historia.

Leer “Como agua para chocolate” ha sido muy entretenido; he de admitir que las palabras que Laura Esquivel me han ido cautivando poco a poco, dándome ganas de seguir con su lectura en los ratos libres. Por ello, animo a toda persona a la que le gusten las historias de amor a que lean este libro; ya que van a pasarlo realmente bien entre olores, sabores y distintas aventurillas que dan rienda suelta a la cocina y a las recetas de Tita.