VIAS DE LA SALVACIÓN

Los bidegorris son rutas, habitualmente intraurbanas, en las que esta prohibido el paso de vehículos motorizados. Por eso, estas vías son más tranquilas y menos peligrosas que las carreteras y tanto los ciclistas como los patinadores las prefieren para efectuar sus tránsitos. Están marcadas con una bicicleta en medio del carril cada cincuenta metros o también pintadas con color rojo. Suelen estar cerca de las aceras o de las carreteras, pero en este segundo caso, están protegidas por barrotes o macetas de cemento, para que los coches no puedan entrar.

Estas vías, cada vez más transitadas y numerosas, promueven la práctica deportiva gratuita como la bicicleta, los patines, el patinete…y es muy habitual ver muchísima gente en ellas en días tan soleados como hoy.

Además de promover la práctica de deporte lúdico, estos carriles también son usados para transporte, ya que cada vez más gente opta por la bicicleta para ir a trabajar, sobre todo ahora que el verano se acerca y los días son más calurosos.

La seguridad es otro fuerte de estas vías, que al estar protegidas por barrotes o macetas de la carretera, y al no tener vehículos motorizados, el riesgo de ser atropellado es mucho menor y de haberlo, menos peligroso porque el supuesto impacto entre dos ciclistas tendría menos masa que entre un ciclista y un coche y además, la velocidad sería más reducida.

Estas rutas también son muy ventajosas para el transporte porque siempre tratan de contener el menor desnivel posible para que el esfuerzo sea más efectivo.

Los bidegorris, además, promueven el trasporte limpio como la bicicleta, que en la ciudad tienen muchas ventajas frente a otros tipos de transporte como el coche, el autobús o el tren.

Por una parte el gasto en una bicicleta es mínimo porque hoy en día comprarla no cuesta más de 200 euros, mientras que un coche, de mil euros no baja. Además, el mantenimiento también es muy reducido: Mientras que un coche solamente en una semana gasta una media de doce euros en combustible, la bicicleta no tiene más que una revisión periódica anual que no cuesta más que veinte euros.

Además, la bici tiene mucha más autonomía que cualquier transporte público porque es posible utilizarla en cualquier momento, y prácticamente puede transitar por cualquier lugar, por lo que es muy directa.

Por otro lado, este tipo de transporte promueve el deporte que es una actividad física importantísima. Hoy en día, mucha gente sufre problemas cardiovasculares y otro tipo de problemas relacionados con la respiración y con el sistema locomotriz que de haber practicado un mínimo de deporte no hubieran aparecido.

Según varios estudios realizados por estadistas profesionales, las bicicletas, en trayectos de hasta cinco kilómetros, son igual o mas rápidas que el coche, el autobús y el metro y los estudios se realizaron con la gente de a pie, no con ciclistas profesionales. Por eso, los estudios están hechos con gente que no va muy rápido. De esta manera, no se puede sudar y no se huele mal al legar al trabajo.

En conclusión, estas vías promocionan el deporte, así como el transporte limpio, que será de vital importancia en el futuro, por lo menos, si queremos preservar nuestra existencia y no ser más que un minúsculo transito en la longeva vida del planeta.

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