Últimamente se ha hablado mucho de la nueva reforma, a aprobar en Copenhague, para detener el cambio climático. El cambio climático es una consecuencia de los llamados “gases de efecto invernadero” que provienen sobretodo del uso de combustibles fósiles y energías no renovables.
El tratado de Copenhague pretendía rebajar las tasas de emisión de estos gases a los países mas desarrollados. Existen tratados anteriores al de Copenhague, este es el caso del tratado de Kioto, aprobado por la mayoría de países del mundo. No fue este el caso de los EE.UU. que se pronuncio en contra del tratado por considerarlo injusto para su desarrollo económico. Un dato importante a saber es que EE.UU. es el país que mas gases de efecto invernadero libera a la atmosfera, produciendo el solo el 60% de estos gases, es decir que la postura de EE.UU. nos afecta a todos.
El tratado de Kioto permitía la compra de derechos de emisión, es decir, un país poco desarrollado sin industria puede venderle su tasa de emisiones a otro país que haya sobrepasado su cuota. Lo que se pretendía con esto era mejorar la economía de estos países pero lo que se consiguió fue abrir un mercadillo de contaminación donde los países ricos compraban su “parcela de contaminación” a cambio de armar ejércitos en países en vías de desarrollo.
El tratado de Kioto dejaba de plazo hasta 2010 para que los países ajustasen sus cuotas de contaminación a lo permitido, esto obligaba a firmar otro tratado antes del vencimiento para mantener la tendencia de frenar este cambio climático.
Llegados a este punto, los países del mundo deciden reunirse en Copenhague del 7 al 18 de Diciembre del 2009. La promesa de compromiso con la contaminación norte americana y el cambio de presidente de los EE.UU. abren una nueva esperanza para Copenhague. Pero, EE.UU. rechaza el plan de Copenhague.
Es incomprensible que el destino del planeta esté en manos de unos pocos que solo están pensando en su beneficio más inmediato, sin pararse a pensar en el resto del planeta ni en lo que dejaran a sus sucesores.
Existen casos como el de una fábrica de Berlín que tras poner unos filtros, de coste muy elevado, a sus hornos se dieron cuenta que de la carbonilla sacada de esos filtros se obtenía un material más resistente que el hormigón y tan flexible como la goma. Hoy en día la fabrica factura más produciendo ese material que con su producto original.
Esta claro que reciclar exige un esfuerzo económico inicial, pero los beneficios de este esfuerzo no tienen porque ser solo para el medio ambiente. El problema es que nos hemos vuelto tan vagos que somos incapaces de ver un negocio tan bueno como reciclar. Las empresas solo piensan en el beneficio inmediato y dinero. Pero aun mas triste es que la política mundial se vea tan afectada por las grandes empresas que no quieren hacer un esfuerzo ni aunque les traiga beneficios.
La frase “el planeta esta en peligro” esta siendo muy usada estos días en los medios de comunicación, pero el planeta no esta en peligro, somos nosotros mismos los que estamos en peligro. El planeta va a sobrevivir por mucho cambio climático que causemos, la raza humana es la que tiene mucho que perder, en este sentido somos los débiles, ya que necesitamos un determinado clima para poder sobrevivir.
¿Por qué no intentamos cuidar un poco lo que tenemos entre todos? ¿Por qué pensamos siempre que el problema esta en otro y nos justificamos con ello para no hacer absolutamente nada? Solo espero que esta manera de pensar se pueda cambiar y que algún día nos demos cuenta que el problema que esta a nuestro alrededor lo podemos cambiar todos, ya que si esperamos a que alguien lo haga por nosotros no vamos a conseguir nada y los países mas poderosos seguirán actuando por su propio beneficio.
El tratado de Copenhague pretendía rebajar las tasas de emisión de estos gases a los países mas desarrollados. Existen tratados anteriores al de Copenhague, este es el caso del tratado de Kioto, aprobado por la mayoría de países del mundo. No fue este el caso de los EE.UU. que se pronuncio en contra del tratado por considerarlo injusto para su desarrollo económico. Un dato importante a saber es que EE.UU. es el país que mas gases de efecto invernadero libera a la atmosfera, produciendo el solo el 60% de estos gases, es decir que la postura de EE.UU. nos afecta a todos.
El tratado de Kioto permitía la compra de derechos de emisión, es decir, un país poco desarrollado sin industria puede venderle su tasa de emisiones a otro país que haya sobrepasado su cuota. Lo que se pretendía con esto era mejorar la economía de estos países pero lo que se consiguió fue abrir un mercadillo de contaminación donde los países ricos compraban su “parcela de contaminación” a cambio de armar ejércitos en países en vías de desarrollo.
El tratado de Kioto dejaba de plazo hasta 2010 para que los países ajustasen sus cuotas de contaminación a lo permitido, esto obligaba a firmar otro tratado antes del vencimiento para mantener la tendencia de frenar este cambio climático.
Llegados a este punto, los países del mundo deciden reunirse en Copenhague del 7 al 18 de Diciembre del 2009. La promesa de compromiso con la contaminación norte americana y el cambio de presidente de los EE.UU. abren una nueva esperanza para Copenhague. Pero, EE.UU. rechaza el plan de Copenhague.
Es incomprensible que el destino del planeta esté en manos de unos pocos que solo están pensando en su beneficio más inmediato, sin pararse a pensar en el resto del planeta ni en lo que dejaran a sus sucesores.
Existen casos como el de una fábrica de Berlín que tras poner unos filtros, de coste muy elevado, a sus hornos se dieron cuenta que de la carbonilla sacada de esos filtros se obtenía un material más resistente que el hormigón y tan flexible como la goma. Hoy en día la fabrica factura más produciendo ese material que con su producto original.
Esta claro que reciclar exige un esfuerzo económico inicial, pero los beneficios de este esfuerzo no tienen porque ser solo para el medio ambiente. El problema es que nos hemos vuelto tan vagos que somos incapaces de ver un negocio tan bueno como reciclar. Las empresas solo piensan en el beneficio inmediato y dinero. Pero aun mas triste es que la política mundial se vea tan afectada por las grandes empresas que no quieren hacer un esfuerzo ni aunque les traiga beneficios.
La frase “el planeta esta en peligro” esta siendo muy usada estos días en los medios de comunicación, pero el planeta no esta en peligro, somos nosotros mismos los que estamos en peligro. El planeta va a sobrevivir por mucho cambio climático que causemos, la raza humana es la que tiene mucho que perder, en este sentido somos los débiles, ya que necesitamos un determinado clima para poder sobrevivir.
¿Por qué no intentamos cuidar un poco lo que tenemos entre todos? ¿Por qué pensamos siempre que el problema esta en otro y nos justificamos con ello para no hacer absolutamente nada? Solo espero que esta manera de pensar se pueda cambiar y que algún día nos demos cuenta que el problema que esta a nuestro alrededor lo podemos cambiar todos, ya que si esperamos a que alguien lo haga por nosotros no vamos a conseguir nada y los países mas poderosos seguirán actuando por su propio beneficio.
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