CON EL TIEMPO...

¿Lograremos conseguir una sociedad sin diferencias?

Todos hemos tenido oportunidad en estos últimos meses de presenciar los diversos puntos de vista adoptados ante el polémico tema del machismo y el feminismo. Al leer los diferentes textos expuestos en clase sobre un tema tan habitual en la sociedad de hoy en día, nos hemos dado cuenta de que es un concepto alrededor del cual siempre surge un gran revuelo. Por raro que parezca, en el caso de nuestros textos, tienen la característica que parten los dos de un mismo punto y sin embargo, a medida que se desarrollan, cada uno toma un cariz completamente contrapuesto.

Todo ello nos ha permitido hacer una reflexión sobre dicho tema.
Por un lado, tendríamos que aceptar que la postura ante esta batalla de sexos no puede ser única, no puede ser todo blanco o negro; queriendo decir con esto que no se puede aceptar la idea del feminismo al igual que no se puede aceptar la del machismo. A lo largo de la historia, han sido los hombres los únicos que han tenido el poder y en muchas ocasiones se han valido de éste para hacer uso de la violencia y además justificarla. Junto con esto, la mujer ha sido infravalorada y lo que es más importante, en la mayoría de ocasiones sus derechos básicos han sido obviados; por lo que decimos que el machismo es una postura alienante para la mujer.
Al igual que esta actitud nos puede parecer abusiva, en el caso del feminismo, se trataría del mismo concepto solo que a la inversa, ya que se estarían aplicando los mismos principios con igual mísero fin.

¿Y en realidad que es lo que queremos conseguir? ¿Es que queremos adentrarnos en una lucha sin fin?, cuando lo más importante es la igualdad, la simple y absoluta igualdad.
Por otro lado, si que es cierto que sin ese espíritu del movimiento feminista, nunca se hubiese abierto una brecha en esa sociedad retrógrada de machismo recalcitrante y que nunca se hubieran conseguido todos estos derechos de los que gozamos hoy en día; porque siempre que se quiere conseguir algo hay que luchar por ello, ya que en este mundo en el que vivimos nadie te regala nada.

A pesar de todo lo conseguido en esta larga trayectoria, opino que todavía queda un largo camino para conseguir dicha igualdad, ya que por desgracia, siguen habiendo hoy en día muchos lugares donde los derechos de la mujer no se ven ni de lejos.
Así pues, entre tanta contradicción, lo que nos queda es la esperanza de que paso a paso, mediante pequeños logros, algún día llegaremos a conseguir un objetivo global, llamado IGUALDAD.