Una de comida basura, por favor

¡Aquí esta! Por fin está llegando, después de estar esperando tanta cola, mi hamburguesa doble con queso y patatas extra, más extra de salsa rosa. Esta costumbre que proviene del nuevo continente se esta extendiendo cada vez más en Europa y comienza a verse en Oriente. Es una manera rápida y eficaz de comer, si tienes prisa y para el trabajador de empresa, que solo tiene media hora para comer, es una ventaja, además no es muy caro para ser una comida.

Esta idea es la que todas las empresas de comida rápida intentan vender a sus clientes, sin embargo en ningún momento te hacen mención de la calidad de sus productos. No es que sea veneno, sino que no es buena para la salud.

Hay personas que lo tienen muy claro: no es una comida, pero si tienen que comer en poco tiempo, es una buena salida, otros, sin embargo se alimentan literalmente de este tipo de comida. Generalmente en este último grupo están los jóvenes, que además de comer en casa las tres comidas habituales, hacen una cuarta en estos centros.

Como resultado de estos hábitos, en las poblaciones más desarrolladas, la cantidad de niños obesos está incrementándose de manera alarmante, tanto, que las instituciones publicas y privadas de los colegios han empezado a medir con mayor cuidado y exactitud la cantidad de calorías que consumen los estudiantes en los comedores y por consiguiente, las han reducido. Según un estudio hecho por una empresa de alimentos el año pasado en EEUU, salio a la luz la enorme cantidad de calorías que tenia la comida apodada “rápida”. Un ejemplo de las nefastas consecuencias que tiene esta comida aparecen en la película “Súper size me” que se hizo hace 6 años. En ella, una persona se alimentaba únicamente de productos del Mcdonals. Los resultados fueros nefastos e irreversibles. Incluso los médicos se sorprendieron de los catastróficos resultados del experimento. Ahora, Morgan Spurlock, el actor de la película tiene las arterias destrozadas y puede sufrir un ataque al corazón en cualquier momento.

Esta comida no solo deteriora el cuerpo humano mediante la alta cantidad de grasas saturadas, o de sus elevados niveles de carbohidratos, sino que también resulta ser adictiva por tener substancias que ayudan a conservar la materia. Es por esto por lo que las personas cada vez transitan más estos lugares, e incluso sustituyen sus comidas sanas por menús de comida rápida. Esta tendencia resulta ser fatal porque la adicción a estos productos aumenta y causa cambios de humor, además de depresiones.

Estos establecimientos tales como el Mcdonals, Burguer king… están situados en lugares estratégicos por los que la gente transita, haciendo más difícil la abstinencia de este tipo de comida, por eso, más entre los jóvenes que entre los adultos, estos comedores son frecuentados muy a menudo a medias horas de la tarde aumentando la ingesta diaria de alimento de cada individuo y provocando la ya alarmante cantidad de obesos en el mundo.

Para evitar estos males causados por la comida rápida, una solución posible sería cerrar los establecimientos que venden este tipo de comida, sin embargo, aparecerían otros con el mismo fin y el problema seguiría sin resolverse. Por lo tanto, la solución a este problema reside en la cabeza, y por eso la mejor opción es controlar la frecuencia con la que acudimos a estos lugares, de esta manera, no sólo dejaría de ser dañina, sino, que nos ayudaría en los momentos en los que no nos quedara otra alternativa.

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