El reality más criticado, pero el más visto


La undécima edición de Gran Hermano terminó el día 27 de enero. El 50% de España estuvo sintonizando Telecinco en el horario de late-night (de 21:30 a las 23:30, más o menos), y eso es mucho. El ganador fue Angel Muñoz, que se llevó el premio de nada más y nada menos que 350.000 euros, y las dos otras finalistas, Saray y Pilarita, se llevaron respectivamente 70.000 y 30.000 euros. ¿Como puede ser que un simple programa de entretenimiento mueva tanto dinero?.

Se supone que lo entretenido del programa es como llevan los concursantes la convivencia, que nunca deja indiferente a nadie. Por ejemplo, este año los grandes protagonistas han sido el "cuadrado" amoroso entre Indhira-Arturo-Carol-Tatiana, la relación increíble entre Gerardo y Saray... Practicamente, lo que ha conseguido que el reality haya sido visto por más de cuatro millones de telespectadores ha sido el punto débil del ser humano, el morbo.

Parece ser que si empiezas viendo el programa y ves lo que se cuece, sigues viéndolo y el querer saber cuales serán las reacciones de los concursantes es lo que hace que día tras día la gente ponga Telecinco para ver el programa más longevo y polémico de la tele.

Toda esa gente que tiene una vida tan aburrida y rutinaria, que su motivación más grande es el saber que tal les va la vida a los demás, suelen ser la gran mayoría de los espectadores de este reality. Y no se porque, pero me da que eso es un problema, ya que si el 50% de la audiencia televisiva del late-night ve Gran Hermano, significa que esas cuatro millones de personas no tienen nada mejor que hacer que ver la vida de unos jovenes que no aspiran a nada más que ser famosos.

Y el año que viene Gran Hermano 12... Que planazo!!

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