Los Girasoles Ciegos

Cuatro historias ambientadas en la posguerra civil española, inundadas de una gran represión ideológica y entrelazadas entre si minuciosamente son los ingredientes de esta receta histórica y rellena de tragedia y dolor. Todas ellas están repletas de un alto tono dramático, y realmente se trata de unas historias impactantes que te hacen reflexionar sobre la condición humana en situaciones de miedo, imposición, reprimenda, y dolor ante las cuales nuestra elección se balancea entre la muerte y la sumisión.


De las cuatro historias narradas en la novela “Los girasoles ciegos”, son dos de ellas las que mayor impresión han conseguido causarme. En ambas el enfrentamiento a la muerte es el orígen de un gran impacto en el lector, en mi caso, por el simple hecho de que se trata de uno de los mayores temores e inexplorados terrenos de la humanidad, la muerte.


En la primera de las anécdotas, un antiguo oficial del ejército franquista, por la decisión de abandonar el bando, es acusado de traición y después de un tiempo de encarcelamiento, es fusilado y desafortunadamente ese último hecho resulta fallido y es enterrado vivo en una fosa junto a todas las víctimas de sus propios actos anteriores. Se trata de una de esas situaciones en las que la vida te hace enfrentarte a tus propios errores para hacerte consciente de ellos y poder afrontar la verdad, la vida; causa y efecto.


Y en la segunda de las historias, se vuelve a mostrar esa lucha contra nuestro ser, la vida. Un hombre emprende un viaje junto a su esposa embarazada, a la que pierde por el camino y tiene que afrontar su soledad y pérdida; y la nueva vida a la que tiene que proteger, su hijo. En este caso, resulta irónica esta realidad, en la que tras la muerte del gran amor de su vida, se ve en la obligación moral de centrar ese amor y agrandarlo para una vida que se acaba de crear, y de la cual se tiene que hacer cargo tras un enorme encontronazo con la muerte. Es por eso por lo que se llega a entender la primera reacción de rechazo que tiene el padre hacia su recién nacido hijo.


Son esos los reactivos de mi sensación intensa de impacto y pena ante tan fuertes realidades, de las cuales muchos de mis antepasados no lejanos han sido víctimas. Pero no solamente por eso, sino por la capacidad de reacción y valentía que afloran en el corazón humano ante la represión ideológica, el abuso del poder ante opiniones e ideas contrarias, y la cruel intolerancia de principios; como se muestra en la novela al ver como Carlos Alegría, renuncia en primer lugar a su puesto de capitán en el ejercito opresor, y mas tarde a su vida, ambas decisiones tomadas por sus acciones erráticas en sus tiempos de oficial.


Al fin y al cabo, un libro impregnado de conocimientos de realidades históricas, que de cierta manera, son antecedentes de la situación social y política del país actual.

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