Elegí este libro gracias a mi ama, que lo encontró por casa y me preguntó si me apetecía leérmelo. ¿Por qué no? Además, en este libro está basada la película “la Guerra de papá”, la cual veía muchas veces cuando era pequeño. Pasaba muy buenos ratos. ¿Dónde estará esa cinta VHS? Quién sabe.
“El príncipe destronado” fue escrito por el recientemente fallecido escritor español Miguel Delibes. En la obra, se nos narra la vida en torno a un niño de cuatro años llamado Quico y su familia. La historia está divida en capítulos, y cada uno de ellos tiene como nombre, una hora del día. La obra comienza a las diez de la mañana, cuando Quico se despierta, y acaba cuando se vuelve a meter a la cama, las nueve de la noche.
Durante toda la obra, Quico intenta llamar todo el rato la atención de su madre, y todos los demás miembros de la familia. Desde que nació su hermana pequeña, Cris, toda la atención de los adultos recae sobre ella. De éste hecho, viene el titulo : “El príncipe destronado”. Quico, después de haber sido el rey y señor de la casa, es decir, que después de haber tenido durante cuatros años toda la atención, el que ahora llegue su hermanita hace que ya no le hagan tanto caso como antes.
Una de las armas que utiliza el astuto niño para en este caso llamar la atención de su madre, es simular que se ha tragado un grande y afilado clavo. Para ello, utiliza una triquiñuela muy eficaz, ya que primero se lo enseña a su progenitora, y cuando ésta no mira, lo esconde y Quico simula haberse tragado el clavo.
En definitiva, el haberme leído “El príncipe destronado” me ha traído grandes recuerdos de mi infancia, y los grandes momentos que pasé viendo a Quico hacer sus trastadas. Aún así, no se si será por falta de memoria o porque no aparece, pero hay cosas que cuando las he leído no me acordaba de ellas, como por ejemplo, el hecho que el niño utiliza un tubo de dentífrico primero como camión y luego como un cañón. Es un libro muy divertido, y que nos cuenta algo muy común en muchas familia. Un dato curioso es que los dibujos que aparecen en el libro los hizo el hijo de Miguel Delibes cuando tenía la edad de Quico. Es un libro que recomiendo si quieres pasar un buen rato.
“El príncipe destronado” fue escrito por el recientemente fallecido escritor español Miguel Delibes. En la obra, se nos narra la vida en torno a un niño de cuatro años llamado Quico y su familia. La historia está divida en capítulos, y cada uno de ellos tiene como nombre, una hora del día. La obra comienza a las diez de la mañana, cuando Quico se despierta, y acaba cuando se vuelve a meter a la cama, las nueve de la noche.
Durante toda la obra, Quico intenta llamar todo el rato la atención de su madre, y todos los demás miembros de la familia. Desde que nació su hermana pequeña, Cris, toda la atención de los adultos recae sobre ella. De éste hecho, viene el titulo : “El príncipe destronado”. Quico, después de haber sido el rey y señor de la casa, es decir, que después de haber tenido durante cuatros años toda la atención, el que ahora llegue su hermanita hace que ya no le hagan tanto caso como antes.
Una de las armas que utiliza el astuto niño para en este caso llamar la atención de su madre, es simular que se ha tragado un grande y afilado clavo. Para ello, utiliza una triquiñuela muy eficaz, ya que primero se lo enseña a su progenitora, y cuando ésta no mira, lo esconde y Quico simula haberse tragado el clavo.
En definitiva, el haberme leído “El príncipe destronado” me ha traído grandes recuerdos de mi infancia, y los grandes momentos que pasé viendo a Quico hacer sus trastadas. Aún así, no se si será por falta de memoria o porque no aparece, pero hay cosas que cuando las he leído no me acordaba de ellas, como por ejemplo, el hecho que el niño utiliza un tubo de dentífrico primero como camión y luego como un cañón. Es un libro muy divertido, y que nos cuenta algo muy común en muchas familia. Un dato curioso es que los dibujos que aparecen en el libro los hizo el hijo de Miguel Delibes cuando tenía la edad de Quico. Es un libro que recomiendo si quieres pasar un buen rato.
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