SÁLVESE QUIEN PUEDA

(I)La televisión española se ha vuelto loca. Y la población también. Hace unos años “Aquí hay tomate” fue el boom en cuanto a la sobremesa, y ahora “Sálvame”, con el siempre gracioso George Vázquez, nos ha cautivado a -casi- todos. Arriesgaron con un género más “natural”, por llamarlo de alguna manera, y caímos en sus redes como tontos. Pero ya no es lo que era: no sólo se ha convertido en un circo simbolizado por la imagen de Belén Esteban, (conocida también como “La Princesa del Pueblo”) y dirigido por un enano burlón, sino que los insultos que los payasos profanan a los invitados o incluso, que utilizan entre ellos, se han convertido en el pan de cada tarde.

(1)Lo que durante un breve mes significó el nuevo ejemplo para los programas rosas, ha tardado poco en transformarse en un gallinero, llegando a ser un tv show emitido por las tardes, con la única intención de mofarse de la gente. Y es que, el cachondeo siempre es bienvenido, pero en una medida. Y esque me parece vergonzoso como en una sociedad como esta dediquemos más parte de nuestro tiempo a burlarnos de los demás, cosa de la que son especialistas en este programa. No hace mucho no mostraron ningún pudor en pitorrearse de la incondiciones físicas de una gran hermana, del aspecto de otra y de los ojos bizcos de otro.
(2)Por otra parte, lo que también me parece bochornoso son los métodos que utilizan para acercar al público marujo español al canal de Basile. Bien que sea un programa donde las reglas han cambiado, ¿pero de verdad hace falta empezar a discutir en el plató y dejar en evidencia al compañero cuando casi todo el país te está viendo? Parece ser que ahora en la televisión vale todo. Pero en el programa el público también forma parte del show, y siempre de un modo ridículo. Aplauden cuando les manda el regidor, abuchean cuando tendrían que mantenerse en un segundo plano… ¿y para qué? Para que a la mínima de cambio también se le critique. Vamos, que aquí no se salva ni el tato.
(3)¡Y tanto que el modo de hacer televisión ha evolucionado! Ahora el espectáculo se monta a lo grande, de cadena en cadena. ¡Y me refiero a que ahora “Tal Cual” (Antena3) y “El programa de Belén Esteban” se alimentan de las informaciones de otro! Puede que se lleven a matar, pero con tal de conseguir el máximo de audiencia los odios se apartan y se olvidan… por una tarde, porque al día siguiente ya se están tirando de los pelos de nuevo.

(C)En conclusión, que cuando se dice que hemos evolucionado, la televisión, por desgracia, no queda excluída. Y es que son este tipo de programas los que perjudican a aquellos que nos informan sobre la realidad mediante el respeto y la tolerancia, los cuales sí son necesarios para esta sociedad. Y, la verdad, no es que esté en contra de los programas del corazón, ya que me interesan, pero cuando veo actitudes irrespetuosas, es tanta la vergüenza ajena que siento que me siento absurda hasta yo, con lo que creo que se debería de cambiar el chip, ya que al final tanta tontería diaria acabará cansando.