Como agua para chocolate

Esta obra escrita por Laura Esquivel, escritora y guionista
cinematográfica mexicana, se ha convertido en un conocido y famoso best-seller. También fue llevada al cine con gran éxito, siendo galardonada con numerosos premios, entre ellos 10 premios Ariel. Para mi esta fue una de las razones para animarme a leer el libro, los comentarios que había oído sobre la película, de la que hablaban prácticamente como una obra maestra.

De esta manera, empecé a leer esta magnifica historia sobre amor y cocina, de como se pueden relacionar entre sí, de la cual no solo he aprendido a cocinar infinidad de "platillos".
También he aprendido costumbres y tradiciones, así como de la que impedía a Tita, la protagonista, casarse y vivir libremente, teniendo que cuidar de su madre hasta el día de su muerte por ser la menor de las hijas. Además impedía que pudiera vivir amando a quien ella quería, Pedro, que aceptó casarse con la hermana de Tita solo con el objetivo de estar lo más cerca posible de ésta.


Pero lo que más me ha llamado la atención de la novela, aparte de todas las extrañas recetas de cocina que alberga, ha sido el último capítulo de la misma. Me ha resultado muy curioso el modo en que éste empieza, ya que parece que la boda que se está celebrando es entre Tita y el doctor Brown, pero para nuestra sorpresa, o al menos para la mía, se trata de la boda de Alex, el hijo del doctor, y de Esperanza, la hija de Pedro y de Rosaura. No solo eso, sino que además se resuelve el conflicto amoroso de Tita, decantándose por el hombre que siempre había amado y que ahora, con la muerte de su madre y de Rosaura, por fin podía amar libremente.

Otro de los aspectos por los que este libro me ha encantado ha sido el hecho de que esté escrito en mexicano, ya que las conversaciones adoptan muchas veces un punto de gracia o humor gracias a este lenguaje. Mientras leía me he dado cuenta de que a veces, sin darme cuenta, estaba leyendo adoptando la manera en la que hablan los mexicanos, intentando imitar su gracioso acento.

En conclusión, me ha parecido un libro de lo más entretenido. Pocas veces había disfrutado tanto leyendo día y noche, noche y día, y eso que se trata de una obra no muí extensa, y que se termina en poco tiempo gracias a la vivísima narración que la autora utiliza. De hecho nada más terminarlo me he puesto a ver la película en Internet, de la que también he quedado maravillado, coincidiendo con las críticas que había oído sobre ella. Por tanto, es un libro que recomiendo leer a todo el mundo, no solo a los que disfruten con la lectura, ya que se aprende mucho de la humanidad que éste desprende.





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