Narra la historia de Bernat Estanyol, un campesino acosado por un señor feudal, Llorenç de Bellera, que en la noche de bodas decide hacer uso de su derecho de firma de espoli forzada mediante el cual puede forzar a la mujer de Bernat. No contento con esto obliga a Bernat a imitarle, destrozando al matrimonio. Bernat huirá con el hijo que nace de esta violación (reconocido como Estanyol por una marca de nacimiento) a Barcelona, en busca de la libertad, pero allí también se topará con la insolidaridad de aquél al que él ayudó cuando lo necesitó y finalmente, ciego de ira y hambre, lidera una revuelta popular por la que es ejecutado, dejando solos a su hijo, Arnau, y a su hijo adoptivo, Joan.
A base de esfuerzo y con ayuda del azar, ambos lograrán medrar y prosperar, pero cada uno seguirá caminos diferentes: el primero será bastaixo o porteador, para después pasar una temporada como soldado, hacerse cambista y gracias a un judío y el esclavo que le regalará (amigo posteriormente), enriquecerse y finalmente (a su pesar) llegará a hacerse noble, circunstancia que aprovechará para abolir los derechos feudales en sus tierras, aquellas derechos que obligaron a su propio padre a huir hacia la ciudad condal. Joan, por su parte, estudiará para entrar en la orden de los franciscanos y posteriormente pedirá ser trasladado a los dominicos, mucho más influyentes y poderosos. Finalmente acabará como inquisidor, una figura temible y sin corazón aparente. Tras muchos altibajos, cuando todo parece irles bien, un favor del rey acabará haciéndoles la vida imposible y un auténtico suplicio. Para salvarse, Arnau deberá renunciar al dinero ganado durante tantos años y Joan, a su vida.
Ambos hermanos se pueden considerar polos opuestos, mientras Arnau se deja llevar por lo que le dicta su cuerpo o su corazón- su amante, la eliminación de los usatges, el trabajo físico-, mientras Joan se guía por su mente y una fuerte creencia cristiana -la Inquisición, sus ganas de aprender, su vida monástica-. En el libro se alaba la actitud del primero en detrimento del dominico.
La religión aparece como un elemento que inhibe al ser humano y le impide alcanzar ese ideal de libertad. Además, los príncipes de la iglesia aparecen retratados como gente corrupta y que se mueve por el dinero, sin escrúpulos. La intolerancia hacia judíos y musulmanes también aparece en el libro como otra forma más de atentar contra la libertad, así como la necesidad de someterse ante las costumbres y tradiciones, aun cuando se desee ir en su contra, y la obligatoriedad de agachar sumisamente la cabeza ante las decisiones a menudo injustas de los 'Grandes'.
La elección del nombre de su primera mujer, María, no es casualidad, puesto que en ella encuentra todo lo que hasta entonces había buscado en la figura de la Virgen: Amor, dulzura, protección, comprensión... Por contra, Adelis refleja los más primitivos instintos humanos, el deseo irrefrenable, la sexualidad... Así Arnau se debate entre ser fiel a su mujer y rendirse a los encantos de su amante. Es interesante pensar en qué caso actúa de forma libre ¿Es fiel a su mujer porque quiere, pero su instinto le obliga a rendirse ante Aledis, o desea huir con Aledis pero su ética y conciencia le obligan a mantenerse junto a su esposa? De esta manera se crea el binomio instinto-conciencia, presente en toda la obra.
También podemos distinguir otra pareja: Deber-Querer. Arnau no desea entregar a Mar por esposa, pero cree que es lo que debe hacer. Al mismo tiempo no desea copular con Elionor, pero a veces se pregunta si no está actuando mal. Joan actúa de abogado del deber en muchas ocasiones, mientras que Guillem, el esclavo moro que le ayudará a medrar, defiende el querer.
En resumen, un gran libro que salva las acusaciones de plagio de los pilares de la tierra y nos deja una gran historia de la que disfrutar, una ambientación histórica casi científica (explicada en un apéndice final) y mucho que pensar si uno así lo desea.
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