Telebasura


Por todos es sabido que existen programas denominados reality shows como Gran hermano, Supervivientes o Operación triunfo y otros llamados programas del corazón como DEC o Sálvame. Estos espectáculos televisivos triunfan entre la sociedad del estado español que a su vez niega que ve dichos programas. Los índices de audiencia hablan por si solos; exceptuando los informativos, los programas de corazón o los reality shows encabezan la lista de los más vistos en la que siempre se cuela alguna serie.
Gran Hermano es el reality por excelencia. Eligen a una serie de concursantes después de unos castings y los meten en una casa en la que tienen que convivir. Las personalidades de los concursantes suelen chocar bastante y por eso se producen un buen número de broncas. Cada semana se elimina un concursante hasta que quedan tres finalistas y luego de elige a uno que será el ganador.
Además de rellenar su propio programa, programas como este luego dan de comer a los programas de cotilleos, los programas del corazón. Aquí debaten la vida de famosos dan a conocer datos de sus vidas personales.
En otros países estos programas quedaron en un segundo plano pero en las televisiones españolas tiene un protagonismo incomprensible porque en la calle muy pocos son los que se atreven a admitir que ven dichos programas. Los jóvenes en general no ocultan tanto su gusto por estos programas mientras que los adultos tienden a hacerlo bastante más. ¿Por qué? Porque estos programas tienen la fama de ser para tontos y claro, hay que guardar las apariencias. Da igual si ves o no estos programas, lo que importa es lo que la gente crea, lo que la gente piense. A lo que pretendo llegar es que la denominada telebasura no solo entretiene a las masas con las vidas ajenas, si es que se le puede llamar entretener, sino que demuestra hasta que punto es hipócrita la sociedad.

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