EL CARTERO DE NERUDA

Como último libro de lectura escogí, para que engañarnos, uno corto. Sin embargo, “El Cartero de Neruda” es algo más que un mero pasatiempo, se trata de una novela, quizá breve, pero intensa, y que además, consigue hacer reír al lector, algo cada vez más complicado.

Antonio Skármeta (Chile, 1940) nos presenta en esta obra las vivencias de un muchacho Chileno llamado Mario Jiménez, quién ve su vida profundamente marcada por la de otra persona, la del poeta Pablo Neruda. Mario, asqueado de eludir las responsabilidades impuestas por el padre, decide ponerse a buscar empleo, y acude a la oficina de correos atraído por una oferta laboral, y al ser notificado de que el buzón de su tan idolatrado Neruda sería el único que debería atender acepta sin pensárselo dos veces. Se trata de un trabajo idílico, quizá poco remunerado, pero no por ello peor del que él necesitaba.

Las continuas visitas a la casa del maestro lo llevan a establecer una relación de estrecha amistad con el poeta, quién poco a poco lo va introduciendo al arte de la poesía. Tanto es así, que haciendo uso de un popurrí de “metáforas” de su propia cosecha y las plagiadas del “vate” (término Chileno para referirse a un poeta) consigue engatusar a Beatriz, la hija de la dueña de la taberna del pueblo. De esta manera, haciendo uso de la literatura, Mario toma la mano de la que era la mujer de sus sueños. Su vida parece perfecta.

Mientras tanto, en cuanto al trasfondo político del país, Neruda se postula en un principio como candidato a la presidencia de Chile, para luego dimitir y apoyar la candidatura del que posteriormente sería presidente, Salvador Allende. Seguidamente se le ofrece al poeta el puesto de cónsul en París.

Tras un largo periodo de estancia en el país galo, Neruda vuelve al recóndito pueblo de Isla Negra, con el premio Nobel de literatura bajo el brazo y gravemente enfermo. Pocos días después de la llegada del “vate”, la derecha da un golpe de estado y asesina al presidente electo, la dictadura de Augusto Pinochet ha comenzado. El acontecimiento trastorna aún más la ya de por sí débil salud del poeta, quién tras ver su casa cercada por guardias y militares, falto de fuerza vital, fallece. Dos días más tarde, Marío, quién había demostrado abierta y públicamente el apoyo al gobierno marxista de Allende, es llevado a dar un “paseíto” al más puro estilo de la dictadura franquista.

Pese a que la historia sea de gran tristeza, los elementos emotivos, amorosos e incluso cómicos no están ausentes .
Por un lado la apasionada relación entre Marío y Beatriz concede a la novela un toque de romanticismo idílico, mediante el cual se endulza toda la historia. Por otro lado muchas de las conversaciones entre el protagonista y su maestro dan lugar a multitud de contestaciones y preguntas ridiculas por parte del cartero, que además, al estar repletas de localismos chilenos dan más comicidad a los diálogos.

Me gustaría remarcar, sobre todo, lo emotivo de que Neruda encargue a su pupilo la grabación de todos y cada uno de los sonidos de Isla Negra, con el fin de hacer la añooranza del poeta hacia su tierra más llevadera. Marío entiende la misión que le ha encomendado su maestro como una obigación a la que se dedica en cuerpo y alma.

Por último me gustaría también contraponer los caracteres de dos personajes, Marío y Rosa, suegra de éste, pues mientras que uno es completamente sentimental, la otra es devota del materialismo. Esta contraposición se aprecia sobre todo en que mientras el protagonista muestras sus sentimientos mediante las llamadas “metáforas”, la suegra deja clara su opinión haciendo uso de una gran variedad de refranes, ejemplificando de esta modo dos maneras completamente diferentes de entender la vida.

En conclusión, “El Cartero de Neruda” se trata de una novela muy adecuada para todo aquel que busque una lectura amena al mismo tiempo que interesante, llena de dolor y tristeza, amor y deseo, y pr que no, tambien de humor.